Mi Jefe es una Aplicación

Una de las oportunidades que ofrece las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, es la generación de nuevos empleos y oportunidades laborales que parecen salvavidas en medio de las altas cifras de desempleo de nuestro país.

En los últimos años, la telefonía celular inteligente ha avanzado hacia la conexión oferta y demanda sobre bienes y/o servicio. De esta manera surgen empresas como Uber, Glovo, Rappi y otras similares, que conectan necesidades con soluciones alternativas al mercado y, por otra parte, se presentan como un nuevo ingreso frente al deterioro del mercado laboral. No obstante, ¿qué hay detrás de estas nuevas oportunidades?

Según diversos estudios y testimonios, detrás de estas nuevas formas de trabajo se esconden situaciones de precarización y desregulación en términos de estándares laborales nacionales e internacionales que es necesario regular, estableciendo ciertas medidas incrementales de protección de derechos.

Particularmente en las aplicaciones que ofrecen trabajo de conducción, tipo Uber y Cabifi, se denuncia que la promesa salarial que realizan está muy por encima de los ingresos reales estimados y que son comunes las jornadas de trabajo extremadamente largas. Por otra parte, la irrupción de estas plataformas ha aumentado los niveles de tráfico vehicular en ciudades como Santiago y Valparaíso.

Como Frente Amplio, y a través de un proyecto presentado por el diputado Giorgio Jackson, reconocemos la apertura económica y el avance tecnológico de estas empresas, pero exigimos regular el contrato de los trabajadores que desarrollan labores en estas plataformas digitales de servicios.

Como parlamentarios debemos velar porque existan ciertas estipulaciones mínimas que garanticen un trabajo decente para los que opten por tener una aplicación móvil como “jefe” y, de la misma manera, apostar por una mejor calidad de vida para el mercado que recibe capitales externos.

Alejandro Bernales