Ley Pack: No Más Abuso Digital
Carolina comenzó un romance silencioso pero intenso con Matías. Carolina sube canciones en Spotify y pequeños videos en Instagram para contarle al mundo sobre su relación. Carolina, además, suele enviarle a Matías fotografías y videos íntimos por whatsapp en el contexto de su pololeo.
Una noche Matías le envío algunas fotografías a su mejor amigo. Este último, en un carrete mostró las fotos y las compartió a otros amigos, incluso uno de ellos las subió a un grupo de Facebook.
De pronto, aquellas imágenes privadas de Carolina son viralizadas entre otros jóvenes sin su consentimiento, provocándole una fuerte depresión que incluso la hizo pensar en quitarse la vida. Es que el constante acoso, humillación, burlas e, incluso, persecución superaron todas sus capacidades. Carolina no existe, pero historias como estas abundan en la vida real y tienen sumergidas a cientos de familias chilenas en un drama complejo del cual salir.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial el suicidio es la segunda causa de muerte en los jóvenes. En Chile, entre los 10 y 19 años los jóvenes fallecen principalmente por accidentes de tránsito, y luego por violencia, entre ellas la autoinfringida. Más grave aún. Cada muerte intencional se estima que hay 20 intentos de suicidio y que 50 adolescentes presentarían pensamientos de muerte o ideación suicida.
Para combatir casos como los de Carolina, en la Cámara de diputados aprobamos la "Ley Pack", que busca sancionar a quienes divulguen imágenes, videos, o cualquier tipo de contenido sexual sin el consentimiento de las partes.
Se critica al Congreso que se legisla tarde sin embargo esta Ley va en la línea de atender los problemas que hoy nos aquejan como sociedad y que lamentablemente destruyen cada día más las vidas de chilenas y chilenos.
Desde el Partido Liberal entendemos a las tecnologías como un aporte a la sociedad, pero defenderemos y protegeremos siempre las libertades personales, junto con potenciar y proponer cambios legislativos que respondan a las necesidades actuales de las personas.
Para que casos como los de Carolina queden sólo en la ficción debemos trabajar desde ya en espacios virtuales de interacción seguros y acompañados de un robusto proceso de educación.